JOSE MARIA VALERO Y ASOCIADOS

Arquitectos

PALACIO DE CONGRESOS EXPO ZARAGOZA 2008

El Palacio de Congresos es un edifico funcional proyectado para las personas, con vocación de icono, representando la nueva ciudad del agua, que proyectará la Zaragoza del 2008.

Un conjunto de estratos que emerge desde el nivel del agua del río Ebro, hasta situarse en la plataforma de los pabellones que conforman el recinto de la Expo.

Un edificio con forma de trébol, que se abre en tres direcciones: el Río, la Expo y el Parque del Agua.

El edifico asume su condición de rótula entre el nuevo puente peatonal de entrada a la Exposición, y el acceso rodado desde la ronda, convirtiéndose en una de las puertas de la Expo, articulando a su vez, desde su vacío central -el balcón del Ebro- el nuevo hotel y el acceso principal a las salas del Palacio de Congresos.

Una nueva puerta de acogida al recinto de la Expo, desde la nueva Ronda. Un Palacio sobre el Agua símbolo del 2008.

El complejo recoge de forma eficaz, toda la versatilidad y movilidad propias de un edificio congresual.

Hall y Zonas de Exposición, Salas Polivalentes, hasta conseguir un recinto donde las diferentes combinaciones, permiten disponer hasta un total de cuatro salas modulares con diferentes capacidades, que juntas conforman una única sala con capacidad para 3000 personas.

Zonas de servicios, cuya exacta definición prioritaria, hará posible el buen funcionamiento y mantenimiento del edificio.

Zonas comunes: lobby, foyer, son espacios diáfanos de luz, amables, que recogen el movimiento de las personas a través del edificio y se constituyen en lugares de encuentro y relación.

El edificio surge del agua y se conforma como una topografía de luz, recoge la imagen de la estratificación producida por el paso del Ebro, frente a las laderas del Castellar que delimitan el valle, cerrando las visuales desde el recinto de la Expo.

La luz del día contribuirá a destacar el conjunto produciendo un efecto similar, al de ésta topografía natural, surgiendo desde el agua.

De noche, iluminado, proyectará luces y sombras a través del alabastro y de los vacíos vidriados entre los estratos que conforman la fachada.

El volumen que conformarán los hoteles y el Palacio de Congresos se integra en un solo conjunto mediante el decalado de los mencionados estratos. Uno de los estratos del Palacio vuela sobre la parte más alta del hotel, a modo de gran marquesina, sin llegar a tocarlo, construyendo el vacío central sobre los accesos a ambos edificios.